La vista es uno de los sentidos más útiles en el ser humano. Sin embargo, no siempre le prestamos toda la atención que se merece.
Como las visitas al oftalmólogo no suelen ser frecuentes, siempre nos invade la duda de por qué motivos debemos acudir a este especialista.
Hay que tener en cuenta que aunque no tengas ningún síntoma, se deben realizar revisiones periódicas para detectar problemas oculares a tiempo.
Cuando hablamos de problemas oculares, lo más habitual es necesitar gafas o lentillas, pero también puede ser necesaria una intervención quirúrgica ocular, y en martinezdecarneros.com cuentan con un gran equipo y la tecnología más actual para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas oculares, además de ofrecer el tratamiento necesario a cada problema.
En el caso de los niños en edad escolar, lo más conveniente es realizar una revisión completa porque está demostrado que muchos de los casos de fracaso escolar se deben a una mala visión. En cuanto a las personas en edad adulta, se recomienda visitar al oftalmólogo como mínimo cada dos años.
A partir de los 40 años, estas revisiones oftalmológicas deberían realizarse una vez al año para detectar problemas tan comunes a partir de esta edad como la vista cansada; y a partir de los 65 años, las revisiones deberían ser más completas porque suelen ser bastante frecuentes las enfermedades oculares como las cataratas o el glaucoma.
A continuación, trataremos los principales motivos por los que deberías acudir al oftalmólogo cuanto antes.
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Manchas o destellos de luz móviles
Estas manchas o destellos de luz que podemos ver en algunas ocasiones se denominan miodesopsias. Por lo general, son degeneraciones normales del humor vítreo, es decir, del gel que rellena el ojo; pero también puede deberse a una inflamación, hemorragia de la cavidad vítrea o a desprendimientos parciales o completos de la retina.
Si este es tu caso, no deberías preocuparte demasiado porque estas manchas suelen ser inocuas, pero es necesario acudir cuanto antes al oftalmólogo para descartar problemas más graves.
Si además de ver estos molestos destellos de luz, también se aprecian halos alrededor de las luces, podría ser una alerta de que se ha producido un aumento de dioptrías, pero también podría ser un síntoma de una migraña ocular por un aumento brusco de la presión intraocular.
Irritación y sequedad ocular
La irritación ocular no es un síntoma para alarmarse si ocurre esporádicamente, pero cuando se convierte en algo habitual, puede ser que sufras del síndrome del ojo seco, una manifestación crónica de la falta de lubricación en la superficie del ojo.
Para este síndrome, el oftalmólogo recomendará siempre el tratamiento que más se ajuste a lo que necesita el paciente para disminuir los molestos síntomas.
Comezón y lagrimeo
Si por el contrario, sufres de comezón o lagrimeo constante, puede deberse a ciertas alergias, a la contaminación o, incluso, al contacto accidental con sustancias químicas.
En este último caso, deberás lavar tus ojos con abundante agua fría, e inmediatamente después, acudir cuanto antes al oftalmólogo porque podría ser más grave de lo que parece a priori.
Ojos rojos
Es un síntoma tan frecuente entre la población, que no se le da la importancia que merece. Si se acompaña de secreciones, podría tratarse de conjuntivitis; y si duele, podría ser glaucoma. En cambio, si hay sangrado acumulado detrás de la córnea, podríamos estar ante un hifema por golpes. En cualquier caso, lo mejor es acudir al oftalmólogo si experimentas algún síntoma fuera de la normalidad.
Dolores oculares repentinos
Si tienes un dolor ocular agudo, podría ser por varios motivos: una infección viral o bacteriana, un cuerpo extraño ha penetrado en el ojo, aumento de la presión intraocular, inflamación o simplemente han aumentado tus dioptrías y es hora de cambiar de gafas.
Sensibilidad a la luz
Cuando presentas una sensibilidad a la luz mayor que el resto de personas, deberías acudir al oftalmólogo, ya que puede ser una alerta de que algo no funciona correctamente. Cuando esto ocurre, los síntomas que suelen aparecer son migraña ocular e inflamación.
Cambios bruscos en la visión
Si experimentas una pérdida repentina de la capacidad visual en uno o ambos ojos, ten en cuenta que puede ser más serio de lo que parece, ya que podría deberse a la manifestación de alteraciones graves como el papiledema, la amaurosis fugaz, los vasoespasmos o el glaucoma.